lunes, 21 de marzo de 2016

¡Formalizar mi empresa!: Los beneficios que se obtienen al dar el gran paso

Por lo general en las etapas tempranas de los emprendimientos se tienen ventas mensuales bajas y a la vez irregulares, lo cual enfrenta a un interrogante importante a la organización... ¿será bueno formalizar la empresa?

Existen diferentes tipos y niveles de requerimientos para alcanzar la formalización y eso depende principalmente de dos factores: la naturaleza del producto/servicio, y del país en donde se opere. Si pensamos en el primer caso, claramente hay diferentes ente un restaurante o la venta de juguetes; la reglamentación me instará a cumplir una serie de normas sanitarias para asegurar que mis clientes reciban un producto de calidad y no sea un foco infeccioso; en cambio para los juguetes debo fijarme en el producto que no contenga elementos tóxicos que puedan dañar la salud de los niños.

Cada país exige a sus contribuyentes un porcentaje de sus ingresos como un impuesto a la venta de productos/servicios. Por tanto las empresas deben pagar una prima que se calcula por las ventas realizadas en cierto período... este es uno de los problemas a los que se enfrenta un emprendedor. Si bien es cierto los impuestos se descuentan del precio al cual el cliente compra mi producto/servicio, también es correcto indicar que en la mayoría de los casos se traspasa ese "gasto" al consumidor y así es como se explica que las empresas establecidas tienen valores más altos que en el mercado negro (o informal).

El problema es que hacer un análisis basado sólo en el pago de impuestos es bastante básico e injusto, ya que la formalización es mucho más que eso.

1. Uno de los primeros beneficios es que al conformarse legalmente como empresa comienza a generar un historial, el cual le permitirá en un futuro solicitar apoyo financieros de entidades bancarias o tener registros de los flujos de la empresa, los cuales se pueden transparentar formalmente.

2. Establecer orden en aspectos tributarios y legales. A pesar de que puede ser visto como algo negativo, debemos pensar que la organización al aparecer en los registros del Estado y por ende genera confianza en los consumidores. Siempre es mejor mirado adquirir un producto/servicio en un negocio establecido.


3. Al presentarme en sociedad como una empresa con un número de registro, nombre y coordenadas fáciles de encontrar, también le entrego un mensaje a las entidades gubernamentales para que me consideren como un aliado para el crecimiento de la economía en el país (aunque sea una empresa micro o pequeña). Por ende puedo participar en programas de gobierno u optar a fondos concursables.

4. Con todo lo anterior, es posible consolidar una imagen de empresa formal... es decir que vendo: orden, seriedad, una estructura correcta, confianza y responsabilidad a mis clientes, lo cual me puede permitir soñar con expandir las fronteras de la organización inclusive a otras ciudades, países y por qué no, a otros continentes.

No importa el tamaño de los sueños, sino la fuerza y convicción de las acciones que te permitirán alcanzarlos.