lunes, 14 de diciembre de 2015

Tres inventos accidentales que se resideñaron para ser exitosos

Un elemento que siempre aparece en la definición de "Empresa" es el satisfacer una necesidad, y es correcto pensar que la organización existe si hay al menos un cliente que requiere de mi producto o servicio. De igual forma, los conceptos de innovación, ideas y emprendimiento buscan tener como pilar fundamental de su existencia el reconocer primero una necesidad y luego todo lo demás.

Me parece interesante analizar ese punto, ya que la historia nos ha demostrado que no es el único camino para obtener algo exitoso y que perdure en el tiempo. 

Caso 1: En el verano de 1983 el chef George Crum se encontró con una situación particular y no extraña en nuestros días: un comensal le pidió mejorar la preparación de unas papas a la francesa, el cliente deseaba más crujencia. El chef mejoró el producto pero seguía siendo rechazado, es ahí cuando en un momento de enfado decide rebajar las papas muy delgadas y freir en aceite, además de agregar mucha sal... ¿qué ocurrió? para su sorpresa el cliente se maravilló con la preparación y pidió repetición. Fue tal la fama que George abrió su propio restaurant y el éxito de las papas fritas se mantienen hasta nuestros días. A pesar de que buscaba irritar aún más al comensal, logró crear un producto cuya demanda durante el 2014 en Estados Unidos alcanzó los USD 6.000.000.000 en ventas.

Caso 2: ¿Otro ejemplo? En 1951 un ingeniero eléctrico llamado John Hoops estaba llevando a cabo una investigación sobre la hipotermia. Planteaba en sus estudios que si se usaba calor generado por una frecuencia de radio sería posible restaurar el calor en el cuerpo. Uno de esos días experimentó con un corazón que se había detenido a causa del enfriamiento y para su impresión se percató que los impulsos eléctricos podían estimular la frecuencia cardíaca... desde aquel día fue inventado el marcapasos, Hoy en día se utiliza también en el cerebro para curar la esquizofrenia y ha reducido su tamaño al de un dedal, siendo menos invasivo y de fácil implantación.

Caso 3: Uno de los casos más claros en el mundo es el de Jhon Pemberton, un farmaceútico que vivía en Atlanta y que en 1880 vendía un jarabe en base de vino y extracto de coca, lo cual permitía curar los dolores de cabeza y desórdenes nerviosos. Su suerte cambió cuando en 1885 se prohibió la venta de alcohol en su región, por lo que tuvo que resideñar su jarabe... decidió que la base fuese la coca y mezclar con agua carbonatada, lo cual dio como resultado una bebida muy particular para aquellos días. Desde ese entonces se creó en el mundo la Coca Cola, un refresco de fantasía que sigue vigente al día de hoy, en el año 2013 registraron ingresos de USD 46.850.000.000 y se calcula que sólo en Estados Unidos el consumo por persona de gaseosas es de 42 galones, algo así como 159 litros al año (de los cuales la preferida es el jarabe del señor Pemberton).

Imagen: Necesidad inicial vs Resultado final

¿Qué tienen en común estos inventos? La capacidad de ¡adaptación!... es necesario señalar que no necesariamente la idea nace bajo la premisa de reconocer primeramente una necesidad, sino más bien nunca debe faltar la capacidad de flexibilizar en la creación del producto, ver más allá y ser capaz de resideñar las veces que sea necesario para que sea atractivo y por ende exitoso.

Es importante nunca olvidar que una buena idea no sólo se compone de la visión del inventor, sino también de lo que ve y valora el público objetivo. Por eso es importante estar atento a las señales que nos entrega el mercado, a las diferentes oportunidades y aprender de la historia para no cometer los mismos errores.

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