¿Has escuchado alguna vez la palabra emprendimiento? Al menos en mi país es un término muy usado, tanto a nivel de empresas como en personas. Pero ¿realmente entienden lo que significa este concepto?
Según la Real Academia Española, menciona que emprender es "acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro", y es precisamente en este último punto en donde se hace todo más complejo. El peligro, o en otras palabras el riesgo a emprender es uno de los factores difíciles de superar y que marcan el inicio de ese largo camino.
Emprender una relación personal no es algo tan difícil, aunque depende de cada individuo. La diferencia se marca en el nivel de preparación de cada persona, pues alguien bien parecido, con buena presencia, con capacidad de socializar y que en forma natural genera una atracción del sexo opuesto, tiene todas las armas para poder lograr su objetivo. Sin embargo, no siempre le asegura el éxito.
Si pensamos en emprender un nuevo negocio deberíamos considerar algo similar. ¿Qué necesito para triunfar? primero debo generar una idea o negocio que sea atractivo para mis prospectos (o posibles clientes), ya que el concepto básico para la creación de una empresa es ser capaces de dar solución a necesidades de mi grupo objetivo o de mi nicho de mercado. Además, como emprendedor debo tener características que me potencien y atraigan la atención de mis inversionistas: debo ser capaz de desenvolverme, expresar mis ideas de la mejor forma, y convencer que soy la mejor alternativa. Sin embargo, ¿me asegura el éxito?
Uno de los ingredientes más importantes para ser emprendedor es ser capaz de sobreponerse a las frustraciones, a las negativas por parte de clientes o inversionistas y a creer en que mi idea si funcionará, debemos ser "resilientes".
Por tanto y según los antecedentes anteriores, ¿es posible que todos seamos emprendedores? y la respuesta es que sí, porque hay habilidades y capacidades que podemos desarrollar para mejorar nuestra preparación; pero debo destacar una diferencia, hay quienes eligen no emprender. Básicamente pensando en su tranquilidad, en disminuir el riesgo en sus vidas y tener un trabajo normal, postulando a un pasar aceptando socialmente. Por otro lado, y según las vueltas de la vida, habrán momentos en donde debemos emprender si queremos surgir... emprender con un nuevo empleo, hacer las cosas diferentes para obtener un nuevo resultado, o buscar nuevos desafíos que nos hagan crecer... lo importante es prepararnos para ese momento y demostrar que contamos con las ganas de alcanzar el éxito.